1, 2, 3 DECEPCIÓNAME | “1, 2, 3, Hipnotízame” visto por alguien que se dedica a la hipnosis

La hipnosis de espectáculo en televisión perpetúa un montón de falsos mitos sobre la hipnosis que hacen que el espectador:

  • O bien, desconfíe de que la hipnosis sea algo real: lo que se muestra en pantalla es pura irrealidad.
  • O bien, tenga miedo de unos supuestos poderes ocultos y malignos de la hipnosis: el programa de televisión que las personas hipnotizadas están subyugadas a la voluntad del hipnotizador.

1, 2, 3 Hipnotízame y la hipnosis real

Imagen clásica de la hipnosis de espectáculo: un sombrero, ojos con espirales y un reloj de bolsillo.

Muy a mi pesar, acabo de ver el último programa de Antena3 sobre (eso dicen ellos) hipnosis.

ACLARO: No conozco personalmente a Jeff Toussaint, pero amigos que le conocen o han hecho su curso de hipnosis de espectáculo sólo hablan maravillas de él, de modo que no voy a criticar el trabajo de Jeff sino la producción del programa “1, 2, 3 Hipnotízame”. Respecto de la hipnosis de Jeff sólo puedo decir que sigue un estilo muy diferente del mío.

¿Hipnosis o famosos haciendo el ridículo?

En los primeros minutos del show se identifica rápidamente la hipnosis con, cito textualmente, “ejercicios de control mental”. Empezamos desde el principio usando uno de los antiquísimos y falsos mitos de la hipnosis, buen comienzo. No es de extrañar entonces la perpetuación de este mito en multitud de artículos sobre el programa, quejándose de que hipnosis es hacer que alguien haga algo contra su voluntad o de que la hipnosis es un timo (por citar sólo dos).

Después de presentar la hipnosis como algo que no es, mintiendo descaradamente al espectador, se le dice que los participantes han pasado unos minutillos previos con el hipnotizador, probando alguna cosilla…  Sin explicar una de las claves de la hipnosis en televisión:

La preparación de los candidatos

Si el show está bien hecho, esta preparación no significa que se les convenza para fingir o mentir. En televisión el tiempo es oro y el proceso hipnótico para conseguir efectos vistosos puede ser un poco largo, de forma que se sigue el siguiente proceso:

1. Antes del show se practican unos ejercicios de sugestión con los candidatos. Se les explica lo que es la hipnosis y experimentan por sí mismos efectos sencillos para que puedan acostumbrarse a la sensación de estar hipnotizado. Son ejercicios de este tipo:

2. Una vez que se ha comprobado que son susceptibles de experimentar este tipo de sensaciones, se instala un “disparador” de esa sugestionabilidad para que puedan acceder a ese tipo de experiencias de manera rápida (posteriormente en el show televisivo). Es una explicación rápida de lo que se conoce como “técnica de re-inducción” o “anclaje del trance”.

3. Durante el show simplemente se acciona ese “disparador” y no hace falta rehacer todo el proceso hipnótico anterior: rápidamente las personas pueden manifestar las sugestiones del hipnotizador.

ACLARACIÓN: Este procedimiento es propio del estilo de hipnosis más clásico (y antiguo) basado en conceptos discutidos por los psicólogos e investigadores modernos: Trance, mente inconsciente, control mental, etc. Esto no significa que ese estilo de hipnosis sea falso, sino que su explicación es más bien metafórica y no parece corresponderse con lo que ocurre en la mente de quien es hipnotizado.

¿La hipnosis es mentira?

Es la lógica conclusión a la que llega cualquier espectador que no conozca el proceso anterior y sólo ve la siguiente secuencia en “1, 2, 3 Hipnotízame”

  1. Aparece un hipnotizador.
  2. Le dice a alguien que cierre los ojos.
  3. Le da una orden (el micrófono quema, ya no estás casado, etc.).
  4. La persona abre los ojos y actúa siguiendo esa orden.

Si el show es honesto y está bien hecho (insisto, por lo que me han contado de Jeff Toussaint no tengo motivos para dudarlo), el hipnotizado experimenta como algo real aquellas sugestiones (que no órdenes) que le ha dicho el hipnotizador. Pero,

El público no puede determinar si alguien está fingiendo

Y por ello es crucial presentar una imagen veraz (y creíble) de lo que es la hipnosis. Algo que sí consiguió Jorge Astyaro en el programa de Buenafuente, al explicar la preparación del show mostrando imágenes, ya que un hipnotizador no tiene nada que ocultar: no hay esoterismo, ni magia, ni misterio, la hipnosis se basa en la psicología.

De ahí que en muchos shows teatrales de hipnosis, se invite a todos los espectadores a participar en algunos ejercicios colectivos, en los que pueden experimentar fenómenos hipnóticos sencillos como que sus manos se mueven solas u otros fenómenos similares, que puedes experimentar ahora desde donde estés viendo este vídeo:

Un show tremendamente aburrido y poco original

Las semanas previas a la emisión del programa ha habido mucha expectación en los foros de hipnosis. Y ya entonces había mucho debate sobre si conseguirían transmitir una imagen no distorsionada de la hipnosis.

La opinión mayoritaria era que los productores del programa podrían torcer el buen hacer de Jeff Toussaint. No tengo elementos de juicio para conocer por qué el producto final es como es, pero sí puedo decir que lamentablemente:

La hipnosis es sólo la excusa de este programa

Desde las letras hasta la música y el montaje recuerda al viejo “Inocente, inocente” (un programa de los 90 con bromas cámara oculta a famosos).

Quitando la falsa imagen de la hipnosis, el (supuesto) atractivo del programa es ver cómo famosos de segunda (salvo que sus virtudes y éxitos se me escapen) hacen el ridículo. Gracias por perpetuar la falsa imagen de que la hipnosis es obligar a alguien a hacer el ridículo.

Si te interesa desmontar estos falsos mitos de la hipnosis, puedes leer este artículo:

Falsos mitos de la hipnosis

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