¿Alguna vez has sentido tenido una crisis existencial? ¿Has sentido que tu vida se hundía bajo tus pies y tu desesperación era tal que pensaste que nunca te recuperarías de ese duro golpe?
¿Qué pasa cuando tocamos fondo?
La vida está llena de altibajos y todos hemos tenido que enfrentar alguna situación muy difícil en la cual parecía que jamás nos íbamos a recuperar. Es posible que tú mismo/a estés atravesando ahora mismo una de esas etapas. Si es así, no te preocupes, te voy a enseñar a darle la vuelta a esa situación. Parece imposible, lo sé, pero te aseguro que puedes hacerlo.
Los momentos que nos resultan más duros son los que hacen tambalear el tipo de vida que queremos llevar:
- Te despiden de un trabajo estable.
- Se rompe la relación con tu pareja.
- Pierdes una suma importante de dinero.
- Tienes que hacer frente a un gran gasto imprevisto.
- Dejas de poder hacer algo que te fascinaba (un accidente que te impide seguir haciendo deporte, por ejemplo).
Como puedes ver lo que tienen en común todos estos ejemplos es que tenías un tipo de vida estable que te gustaba y, de pronto, algo rompe esa continuidad y te priva de algo que para ti era fundamental para vivir, algo que sentías que te definía como persona, algo que hacía posible el tipo de vida que querías llevar.
Una crisis existencial
Llamamos crisis existencial a aquella que se produce cuando sientes que los elementos más importantes de tu vida cambian.
Normalmente de manera imprevista y externa, es decir, que en contra de lo que te hubiera gustado que pasara, uno o varios de los elementos que tú querías en tu vida desaparecen (un trabajo, una pareja, tiempo o la posibilidad de realizar una actividad…).
¿A qué quieres dedicar tu vida?
Cuando sufres una crisis de este tipo seguramente te apetecerá hundirte más en tu tristeza y en la sensación de pérdida. Sin embargo, lo mejor que podemos hacer es reflexionar sobre lo que nos ha pasado para así encaminarnos a conseguir el tipo de vida que queremos llevar o, más sencillo todavía: ¿A qué quieres dedicar el resto de tu vida?
1º Reflexiona: ¿Cómo he llegado hasta aquí?
Todos empezamos con muchísimas ganas nuestros primeros trabajos, nuestras primeras relaciones, aficiones… Y pensamos que:
Cuando sea mayor este primer trabajo, este primer amor…
Se van a convertir en los mejores del mundo:
voy a ganar muchísimo dinero haciendo lo que me gusta
y mi relación va a ser perfecta.
A medida que vamos cumpliendo años, ese trabajo perfecto no llega:
¿Cómo es posible que nadie se de cuenta de mi talento
y no me ofrezca la oportunidad de desarrollarlo plenamente con un sueldazo?
Y lo mismo le pasa a la relación perfecta: si la tienes, tu pareja tiene algunos defectos y, si no la tienes, no hay manera de encontrar una pareja decente.
2º El acontecimiento inesperado
Aunque nos caiga como un jarro de agua fría, a veces tenemos la suerte de que nos despidan de un trabajo así. Sí, has leído bien:
La suerte de que te despidan de un trabajo que no te apasiona
o
de que rompa una relación insípida.
Claro que en el momento que lo estás viviendo puede ser difícil verlo con esa perspectiva, pero piensa lo siguiente:
3º ¿Y si lo aprovechas para mejorar?
- ¿Podrías recuperar tu trabajo o buscar uno similar?
- ¿Puedes recuperar a tu pareja?
- ¿Está en tu mano recuperar lo que has perdido?
Tanto si la respuesta es sí, como si no, la siguiente pregunta va a ser más difícil de contestar:
- ¿Quieres recuperarlo?
Te decía hace un momento a veces tenemos la suerte de que nos despidan de un trabajo que no nos apasiona, porque puede ser el empujón que necesitabas para realizar el cambio que estabas dejando para más adelante. ¡Aunque tu creas que es la mayor crisis existencial de la que no podrás recuperarte!
Si lo que te ha ocurrido es inevitable, no depende de ti y no puedes hacer nada para cambiarlo:
¿Para qué te sirve lamentarte?
Si pese a todos tus esfuerzos no puedes recuperar el trabajo o la relación que tanto te gustaba, ¿quieres hundirte o luchar por encontrar algo mejor?
4º. Diseña una estrategia
- ¿Qué quieres hacer REALMENTE con tu vida? Cuando tocamos fondo es cuando podemos hacernos esta pregunta con más profundidad y responderla con completa sinceridad.
- ¿Es realmente lo que quiero? ¡No te tomes esta pregunta a la ligera! Estás diseñando un plan para conseguir todo lo que quieres en tu vida, ¡es imperativo que tengas claro qué es lo que quieres conseguir!
- ¿Cómo puedo conseguirlo? ¡Si es lo que realmente quieres hacer tienes que estar dispuesto a dedicarle el 100% de tu energía! Puede que tengas que reestructurar tu manera de entender la vida, cómo gestionas el tiempo, volver a estudiar, empezar en un sector de trabajo completamente diferente, hablar con personas que jamás te habrías planteado relacionarte…
5º. ¡A por ello!
Es muy posible que cuando empieces no sientas ninguna seguridad y atravieses momentos con falta de confianza, dudas, arrepentimientos…
Sé lo que es porque yo también he pasado por ello: cuando me despidieron de un trabajo fijo y volví a estudiar en la Universidad un segundo doctorado, pensé que estaba perdiendo el tiempo y que realmente no sabía qué hacer con mi vida.
Tuvieron que pasar unos cuantos años hasta que descubrí que lo que realmente estaba haciendo era construir el trabajo que más me apasiona en el mundo. ¿Te imaginas que tú también lo consigues?
No me estoy refiriendo sólo a los vídeos que hago para YouTube. ¡Me encanta hacer esos vídeos! Pero no son más que una manifestación más de lo que yo considero mi verdadera pasión: comprender la mente humana para aprender a ser más felices cada día.
Y esa pasión está en mis vídeos, en las sesiones de hipnosis, en las sesiones de coaching, en este blog que estás leyendo, en mis conferencias…
Así que si crees que has tocado fondo, ¡no te rindas! Es un fantástico momento para empezar desde cero y encontrar tu pasión en la vida, ¿te imaginas que tú también lo consigues?
¿Necesitas ayuda con tu crisis vital?