¿Te imaginas lo que podrías conseguir si tuvieras una motivación imparable? En este artículo te voy a enseñar a utilizar el sistema de recompensas de tu cerebro ¡para puedas conseguir todo lo que quieras!
En artículos anteriores, hemos estado viendo que cuando queremos conseguir algo, lo mejor es adoptar los buenos hábitos que no sayudan a conseguirlo (ir al gimnasio para adelgazar, estudiar un rato todos los días para aprobar o meditar cada mañana para gestionar mejor el estrés). Para conseguir implementar estos hábitos en nuestra vida es necesario deshacernos de los vicios (o malos hábitos) ¡y hoy te voy a enseñar cómo hacerlo!
¿QUÉ ES EL SISTEMA DE RECOMPENSAS DE TU CEREBRO?
Lo tienes muy claro en tu mente, sabes lo que quieres hacer, pero… Por qué te cuesta tanto adoptar un nuevo hábito?
La motivación por querer cambiar de vida está muy bien, PERO el resultado es tan a largo plazo, que las recompensas inmediatas que nos ofrecen los malos hábitos ganan por goleada.
Mira, tus vicios son tan atractivos precisamente porque te dan recompensas inmediatas. Mientras que los buenos hábitos suelen tener una meta lejana, tan a largo plazo, que no logran vencer a las ganas de querer disfrutar ahora mismo tumbándote en el sofá o fumándote un cigarrillo, en lugar de ponerte a estudiar o ir al gimnasio.
Así que vamos a piratear el sistema de recompensas de tu cerebro:
La clave está en buscar recompensas igualmente satisfactorias e inmediatas para los buenos hábitos. Es solo entonces cuando conseguirás una motivación mucho más potente que acabará con tus vicios.
¿CÓMO IMPLANTAR HÁBITOS POSITIVOS?
Te recuerdo el esquema de trabajo que llevamos hasta ahora:
- En el primer artículo empezamos con tu lista de objetivos en la vida.
- Luego llegamos a las acciones que te llevan a conseguir esos objetivos.
Ahora sólo tienes que añadir la motivación que te lleva a querer llevarlo a cabo: Estamos hablando del POR QUÉ hacer cada una de esas acciones. Es decir, conocer cuál es la recompensa inmediata o premio que vas a recibir cada vez que realices tu hábito positivo. Así vas a darle a tu cerebro la motivación que necesita para elegir el hábito positivo en lugar del vicio.
Ejercicio 5
Imagina que mi objetivo es ponerme en forma. Las acciones que puse en mi lista para cumplir ese objetivo son: «salir a correr, pasear cuando lleve muchas horas sentado y mejorar mi alimentación». Así que para sacar mi plan para ponerme en forma realizo un cuadro con las siguientes columnas:
- CUÁNDO: Empiezo por el momento en el que realizaba mis malos hábitos. Porque, te recuerdo que de ahí vamos a sacar el tiempo libre para las nuevas acciones.
- QUÉ HACER: Aquí escribo las acciones con las que consigo ponerme en forma.
- RECOMPENSA: Ahora toca lo divertido, hacer una lista con aquellas cosas que te motivarán a realizar ese cambio. En este ejemplo podrían ser: Meter una moneda en una hucha cada vez que desayune sano; jugar un rato al móvil después de haber comido bien; darme una buena ducha relajante cada vez que vaya al gimnasio…
Como ves, no estoy eliminando los descansos, el ocio ni comportamientos que antes eran un vicio porque ocupaban demasiadas horas de mi día. Lo que he hecho ha sido contenerlos en un periodo de tiempo específico y usarlos como recompensa por haber cumplido con mis hábitos positivos.
Puedes ver cómo realizar este cuadro en este vídeo:
MUY IMPORTANTE: Tus recompensas deben ser iguales o mayores que las del vicio.
Justamente queremos vencer la gratificación inmediata del vicio. Si tu recompensa es un lejano: “cuando lleve 6 meses entrenando veré algún resultado”, los días que llegues a casa cansado te van vencer las ganas de ver la televisión. De manera que la recompensa del nuevo hábito debe ser:
- Inmediata
- Algo que te guste mucho
TIPOS DE RECOMPENSA
1. RECOMPENSAS INMEDIATAS
Son aquellas que se consiguen a corto plazo. Recuerda que tienes que darte un premio de este tipo CADA VEZ que realices un hábito positivo.
¡Piensa en las cosas que más te gustan! Pueden ser tan sencillas como darte una buena ducha o baño caliente con velitas, leer, ver tu serie favorita, hablar con un amigo… En definitiva, cualquier actividad que disfrutes mucho y que se pueda conseguir ahora.
2. RECOMPENSAS A MEDIO Y LARGO PLAZO
Éstas recompensas son especialmente importantes para mantener alta tu motivación con objetivos que requieran mucho tiempo (como montar tu propia empresa o terminar una carrera universitaria).
En esta categoría entrarían recompensas como comprarte un capricho caro o hacer un viaje que te apetece mucho. Lo mejor es ponértelos en el calendario con antelación, y así, a medida que se vaya acercando ese día tendrás una motivación extra para seguir con tus buenos hábitos.
Si necesitas ayuda para decidir qué tipo de recompensa se adapta mejor a tu objetivo solo tienes que pinchar aquí para pedir tu cita.
Un último consejo: Como las horas del día son limitadas, te recomiendo que primero empieces con dos o tres objetivos y, cuando los hayas cumplido, vayas pasando a los siguientes.
En el próximo artículo te voy a enseñar un sistema para que puedas diseñar un plan “a lo grande” para que puedas cumplir ¡con muchos objetivos a la vez! Mientras tanto, puedes ampliar la información de este artículo y encontrar muchos más ejemplos que te ayudarán a cambiar de vida en el vídeo que te puse más arriba. ¡Mucho ánimo y a conseguirlo!